Ahora os traemos una especie autóctona de nuestros ríos que sufre mucha presión de las especies invasoras que vimos en entradas anteriores. Las náyades son un grupo
de Moluscos Bivalvos de agua dulce y de mediano a gran tamaño (> 2cm.),
pertenecientes a la familia Margaritiferidae.
Habitan fondos de gravas
y cantos de ríos de aguas ácidas, frías, muy oxigenadas, oligotrofas y pobres
en calcio. Se alimentan por filtración de bacterias, algas y materia orgánica
en suspensión contribuyendo a la depuración natural de las aguas y la remoción
del fondo.
Con respecto a su
fisionomía esta especie tiene:
Valvas algo arqueadas y
muy prolongadas hacia el extremo posterior, con la cavidad umbonal poco
profunda. Charnela con dientes cardinales prominentes y carenados.
Pie muy grande en forma
de lengua. Periostraco muy negro y duro. Umbo muy erosionado, incluso roto en
el que se aprecian las capas de carbonato.
Charnela robusta con dos
dientes cardinales crenulados en valva izquierda y uno en la derecha. Y sin
dientes laterales.
Borde ventral de las
valvas con una depresión central, los ejemplares más viejos tienen silueta
auriculada.
Cara interior nacarada
iridisada, a veces con tonos rosados hacia el centro.
Posee un ciclo vital muy complejo
y ligado a determinadas especies de salmónidos:
Este ciclo consiste en
que la fase larvaria llamada gloquidios muypequeños necesitan alojarse en las
branquias externas e internas de estas especies para desarrollarse en
juveniles.
Su área de distribución
mundial coincide con la histórica del salmón del atlántico.
Aunque la especie era
conocida por lugareños y habitantes de la zona, pasó desapercibida para la
comunidad científica hasta finales del siglo pasado.
Durante el último siglo
se estima que su población mundial ha disminuido alrededor de un 90 %.
La Comisión Europea aprueba
un proyecto LIFE03-NAT/E/000051 para la conservación de Margaritifera
margaritifera en LIC y espacios Natura 2000 de carácter fluvial de Zamora.
El objetivo principal: Contribuir
a la conservación de esta náyade y su hábitat. Para ello hay que tener en
cuenta los siguientes aspectos:
- Caracterización de las poblaciones y su hábitat.
- Caracterización de la comunidad biótica y determinación de la especie hospedadora.
- Identificación y valoración de factores que afectan negativamente a la especie.
- Realización de actuaciones de mejora del Hábitat.
- Elaboración de un Plan de Acción.
Para obtener más
información de este proyecto LIFE entra en:
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